Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.
Se calcula que en el mundo mueren cada año 236 000 personas por ahogamiento.
Es posible que las estimaciones mundiales subestimen notablemente la magnitud real del problema de salud pública que suponen los ahogamientos.
El riesgo de ahogamiento es mayor en niños, varones y personas con fácil acceso al agua.
El «ahogamiento» se define como el proceso de sufrir dificultades respiratorias por sumersión/inmersión en un líquido, con resultados que cabe clasificar entre: muerte, morbilidad y no morbilidad.
Magnitud del problema
Según las estimaciones, en 2019 murieron 236 000 personas por ahogamiento, con lo que este se convierte en un grave problema de salud pública en todo el mundo. En 2019, los traumatismos supusieron casi un 8% de la mortalidad mundial total. El ahogamiento, que es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional, representa un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.
Todas las economías y regiones del mundo sufren mortalidad por ahogamiento y soportan la correspondiente carga, aunque:
el 90% de las muertes por ahogamiento no intencional se concentra en los países de ingresos bajos y medianos;
más de la mitad de los ahogamientos del mundo se producen en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia Sudoriental de la OMS;
los índices de muerte por ahogamiento alcanzan su máximo en la Región del Pacífico Occidental, donde son 27 y 32 veces más elevados que en el Reino Unido o en Alemania, respectivamente.
Aunque los datos son escasos, varios estudios aportan información sobre las consecuencias económicas de los ahogamientos. En los Estados Unidos de América, el 45% de las personas muertas por ahogamiento forma parte del segmento económicamente más activo de la población. Solo en este país, los ahogamientos en aguas litorales entrañan costos directos e indirectos por valor de US$ 273 millones al año. En Australia y el Canadá, el costo total de los traumatismos por ahogamiento es, respectivamente, de US$ 85,5 millones y US$ 173 millones al año.
Existe un amplio margen de incertidumbre en torno a la estimación de la mortalidad por ahogamiento en el mundo. Los métodos utilizados para clasificar los datos oficiales sobre ahogamientos hacen que se excluyan las muertes por ahogamiento intencionado (suicidio u homicidio), así como los ahogamientos resultantes de inundaciones catastróficas e incidentes en el transporte acuático.
Los datos procedentes de países de ingresos altos indican que los métodos de clasificación llevan a subestimar sustancialmente (hasta en un 50% en algunos casos) el tributo total que suponen los ahogamientos. En muchos países las estadísticas sobre casos no fatales de ahogamiento son difíciles de conseguir o poco fiables.
Factores de riesgo
Edad
Según el Informe mundial sobre los ahogamientos, la edad es uno de los principales factores de riesgo, vinculado en general a lapsos de inatención en la supervisión de un niño. A escala mundial, los índices de ahogamiento más elevados corresponden a los niños de 1 a 4 años de edad, seguidos de la franja de edad de 5 a 9 años. En la Región del Pacífico Occidental de la OMS los niños de entre 5 y 14 años de edad mueren más frecuentemente por ahogamiento que por cualquier otra causa.
Informe mundial sobre ahogamientos: prevenir una importante causa de mortalidad
Especialmente elocuentes son las estadísticas presentadas en el Informe mundial en relación con ahogamientos de niños en algunos países:
En 48 de los 85 países cuyos datos satisfacen los criterios para ser tenidos en cuenta (1), el ahogamiento es una de las 5 primeras causas de mortalidad entre 1 y 14 años de edad.
Australia: en los niños de 1 a 3 años, el ahogamiento es la primera causa de muerte por traumatismo no intencional.
Bangladesh: el ahogamiento es la causa del 43% de todas las defunciones de niños de 1 a 4 años de edad.
China: el ahogamiento es la primera causa de muerte por traumatismo entre 1 y 14 años de edad.
Estados Unidos de América: el ahogamiento es la segunda causa de muerte por traumatismo no intencional entre 1 y 14 años de edad.
Sexo
Los varones, con un índice global de mortalidad que duplica el de las mujeres, están especialmente expuestos al riesgo de ahogamiento. También tienen más probabilidades que las mujeres de ser hospitalizados por un episodio de ahogamiento no mortal. Los estudios indican que ello se debe a una mayor exposición al agua y a prácticas más arriesgadas, como los baños en solitario, a veces tras consumir alcohol, o la navegación.
Acceso al agua
Tener mayor acceso al agua es otro factor de riesgo. Las personas que se dedican a la pesca, ya sea industrial o de subsistencia, están más expuestas al ahogamiento, tanto más si utilizan botes pequeños, como ocurre en los países de ingresos bajos. Los niños que viven cerca de puntos o cursos de agua al aire libre (acequias, estanques, canales de irrigación, piscinas) corren especial peligro.
Inundaciones catastróficas
Los ahogamientos suponen el 75% de los fallecimientos que se producen a resultas de inundaciones catastróficas. Estos fenómenos se producen cada vez con más frecuencia e intensidad, una tendencia que se espera que se mantenga en el futuro como parte del cambio climático. El riesgo de ahogamiento aumenta en caso de inundación sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos, donde las personas viven en zonas expuestas a las inundaciones y la capacidad para alertar, evacuar o proteger a la población en caso de inundación es escasa o incipiente.
Viajes por medio acuático
A menudo los trayectos cotidianos desde y hacia el lugar de trabajo, así como los viajes de migrantes o solicitantes de asilo, tienen lugar en embarcaciones sobrecargadas, poco seguras y carentes de material de seguridad, o pilotadas por personas que no tienen la formación necesaria para navegar ni para reaccionar en caso de incidente. El personal que trabaja bajo los efectos del alcohol o de drogas representa un factor añadido de riesgo.
Otros factores de riesgo
Existen otros factores vinculados a un mayor riesgo de ahogamiento, por ejemplo:
el riesgo puede guardar relación con una mala situación socioeconómica, la pertenencia a una minoría étnica, la falta de educación superior o el hecho de vivir en un medio rural, aunque esta asociación puede variar de un país a otro;
el hecho de dejar a un lactante desatendido o con otro niño en las proximidades del agua;
consumo de alcohol cerca o dentro del agua;
ciertas enfermedades, como la epilepsia;
turistas no familiarizados con los riesgos y las particularidades de las aguas locales.
Prevención
Hay muchas medidas que son útiles para prevenir los ahogamientos. El hecho de instalar barreras para controlar el acceso a masas de agua que supongan un peligro (p.ej. cubriendo pozos, erigiendo barreras con puertas o corralitos, vallando el perímetro de piscinas, etc.) o de eliminar por completo esas masas de agua reduce el nivel de riesgo y de exposición a peligros acuáticos.
La instauración de sistemas comunitarios supervisados de cuidado de los niños en edad preescolar puede reducir el riesgo de ahogamiento, amén de presentar otras ventajas contrastadas desde el punto de vista de la salud. Otro enfoque es enseñar habilidades básicas de natación, seguridad acuática y rescate seguro a los niños en edad escolar. No obstante, es preciso poner el acento en la seguridad y encuadrar esta labor en un sistema global de gestión del riesgo que incluya un programa lectivo de seguridad probada, un área de instrucción segura, procesos de preselección y selección de los estudiantes y una proporción entre estudiantes e instructores que ofrezca garantías de seguridad.
Para prevenir ahogamientos también es importante aplicar políticas y leyes eficaces. Instituir y hacer cumplir reglamentos de seguridad en la navegación recreativa y el transporte de mercancías o personas es un elemento importante para mejorar la seguridad en el medio acuático y prevenir ahogamientos. Generar resiliencia ante las inundaciones y gestionar el riesgo de inundación mediante una mejor planificación de la preparación para desastres y de los usos del suelo y mediante sistemas de pronta alerta puede evitar ahogamientos en caso de inundaciones catastróficas.
La elaboración de una estrategia nacional de seguridad acuática puede servir para suscitar un mayor nivel de conciencia en la materia, generar consenso en torno a posibles soluciones, fijar las líneas de actuación estratégica y ofrecer un marco de referencia que oriente las actividades multisectoriales y permita seguir y evaluar la labor realizada.
Respuesta de la OMS
En noviembre de 2014, la OMS publicó el Informe mundial sobre los ahogamientos, primer informe de la Organización dedicado exclusivamente a este tema, en el que se observaba que la cuestión se había pasado por alto en gran medida hasta entonces y que tanto los gobiernos como los círculos de investigación y elaboración de políticas debían hacer mucho más para otorgar prioridad a la prevención de los ahogamientos y a su integración dentro de otros planes de salud pública.
En el Informe mundial sobre los ahogamientos se formulan recomendaciones dirigidas a los gobiernos para que estos adapten y apliquen programas eficaces de prevención de los ahogamientos, generen datos de mayor calidad sobre el tema y elaboren planes nacionales de seguridad acuática. En el informe se destaca asimismo el carácter multisectorial del problema y se preconiza un mayor grado de coordinación y colaboración entre los organismos de las Naciones Unidas, los gobiernos y las principales ONG e instituciones universitarias con el fin de prevenirlo.
En mayo de 2017 la OMS publicó Prevención de los ahogamientos: una guía de aplicación. La guía se basa en el Informe mundial sobre ahogamientos y ofrece orientaciones concretas sobre el modo de llevar a cabo intervenciones destinadas a prevenir los ahogamientos.
Prevenir los ahogamientos: guía práctica
A escala nacional, la OMS ha venido trabajando con los ministerios de salud de algunos países de ingresos bajos o medianos para prevenir los ahogamientos mediante el uso de barreras para controlar el acceso a masas de agua y la creación de guarderías para niños en edad preescolar. Además, la OMS ha financiado investigaciones en países de ingresos bajos con el objetivo de profundizar en una serie de cuestiones prioritarias relacionadas con la prevención de los ahogamientos. A escala regional, la OMS organiza programas de formación y convoca talleres que reúnen a representantes de gobiernos, ONG y organismos de las Naciones Unidas que trabajan en la prevención de los ahogamientos.
(1) Los datos de mortalidad por país se han tenido en cuenta cuando cumplían los siguientes criterios: cobertura estimada de los fallecimientos nacionales igual o superior al 70%; menos de un 20% de causas de muerte mal definidas; 10 o más muertes en el grupo de edad de 1 a 14 años; y existencia de datos correspondientes a 2007 o años posteriores.
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