La infección humana por el virus de Nipah tiene manifestaciones clínicas diversas, que van de la infección asintomática (subclínica) a la infección respiratoria aguda y la encefalitis letal
La tasa de letalidad se estimaque varía entre el 40% y el 75% de los casos. Esta tasa puede variar según el brote, dependiendo de las capacidades para la vigilancia epidemiológica y la gestión clínica.
El virus de Nipah puede transmitirse a los humanos a partir de animales (murciélagos, cerdos), pero también de persona a persona.
Los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae son el huésped natural del virus de Nipah
No hay tratamientos específicos ni vacunas para las personas ni los animales. En humanos, el tratamiento consiste en medidas de apoyo.
Este virus está en la lista de enfermedades prioritarias del plan de investigación y desarrollo de la OMS
El virus de Nipah es un virus zoonótico (transmitido principalmente de animales a personas, y en ocasiones también de persona a persona y mediante comida contaminada). En las personas infectadas tiene manifestaciones clínicas diversas, que van de la infección asintomática (subclínica) a la infección respiratoria aguda y la encefalitis letal. El virus de Nipah también puede causar enfermedades graves en animales como los cerdos, lo que resulta en pérdidas económicas significativas para los ganaderos.
Aunque el virus de Nipah ha causado solo unos pocos brotes conocidos en Asia, infecta a una gran variedad de animales y es causa de enfermedades graves y muerte en las personas, por lo que es un problema de salud pública.
Brotes anteriores
El virus de Nipah se reconoció por primera vez en 1999 en Malasia durante un brote entre criadores de cerdos. Desde 1999 no se han notificado nuevos brotes en la zona.
En Bangladesh se reconoció por primera vez en 2001, y el país ha sufrido brotes casi anuales desde entonces. La enfermedad también se ha identificado periódicamente en el este de la India.
Otras regiones pueden estar en riesgo de infección por el virus de Nipah, ya que se han encontrado pruebas serológicas de su presencia en el reservorio natural conocido (especies de murciélagos del género Pteropus) y varias otras especies de murciélagos en varios países, como Camboya, Ghana, Filipinas, Indonesia, Madagascar y Tailandia.
Transmisión
Durante los brotes iniciales en Malasia, que también afectaron Singapur, la mayoría de las infecciones humanas se debieron al contacto directo con cerdos enfermos o sus secreciones contaminadas. Se cree que la transmisión se produjo a través de gotículas respiratorias o del contacto con secreciones nasofaríngeas o tejidos de cerdos enfermos.
En los brotes de Bangladesh e India, la fuente más probable de la infección fue el consumo de frutas o productos de frutas (por ejemplo, jugo de palmera datilera) contaminados con orina o saliva de murciélagos infectados.
Por el momento no hay estudios sobre la permanencia del cirus en los líquidos corporales ni en el medio ambiente, y en particular en la fruta.
También se ha reportado una transmisión limitada de persona a persona entre familiares y cuidadores de pacientes infectados por el virus de Nipah. Durante brotes posteriores en Bangladesh y la India en 2001, el virus de Nipah se propagó directamente de persona a persona a través del contacto directo con secreciones y excreciones humanas. En Siliguri (India) también se informó de la transmisión del virus en entornos sanitarios; el 75% de los casos se produjeron entre el personal del hospital o las visitas. De 2001 a 2008, alrededor de la mitad de los casos notificados en Bangladesh se debieron a la transmisión de persona a persona a través de la atención a pacientes infectados.
Signos y síntomas
La infección humana puede ser asintomática o causar enfermedad respiratoria aguda (leve o grave) o encefalitis letal. Las personas infectadas presentan inicialmente síntomas gripales (fiebre, cefaleas, mialgias, vómitos y dolor de garganta). Esto puede ir seguido de mareos, somnolencia, alteración de la consciencia y signos neurológicos que indican encefalitis aguda. Algunas personas también pueden sufrir neumonía atípica y problemas respiratorios graves, como disnea aguda. En casos graves aparecen encefalitis y convulsiones, que progresan al coma en 24 a 48 horas.
Se cree que el período de incubación (intervalo entre la infección y el inicio de los síntomas) oscila entre 4 y 14 días. Sin embargo, se ha registrado períodos de incubación de hasta 45 días.
La mayoría de las personas que sobreviven a la encefalitis aguda se recuperan por completo, pero se han descrito afecciones neurológicas crónicas en los sobrevivientes. Aproximadamente el 20% de los pacientes se quedan con secuelas neurológicas residuales, como convulsiones y cambios de personalidad. Un pequeño número de personas que se recuperan recaen o presentan posteriormente encefalitis de aparición tardía.
La tasa de letalidad estimada es del 40% al 75%, pero puede variar según el brote, dependiendo de la capacidad local de vigilancia epidemiológica y atención clínica.
Diagnóstico
Los signos y síntomas iniciales de la infección por el virus de Nipah son inespecíficos y a menudo el diagnóstico no se sospecha en el momento de la presentación. Esto puede dificultar el diagnóstico y crear problemas para detectar los brotes, implantar medidas eficaces y oportunas de control de la infección y emprender actividades de respuesta a los brotes.
Además, la precisión de los resultados de laboratorio puede verse afectada por la calidad, cantidad, tipo y momento de obtención de las muestras clínicas, así como por el tiempo necesario para enviar las muestras de los pacientes al laboratorio.
La infección por el virus de Nipah puede diagnosticarse durante la fase aguda y de convalecencia mediante pruebas de laboratorio y la historia clínica. Las principales pruebas son la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real en muestras de líquidos corporales y la detección de anticuerpos mediante ELISA. Las diferentes pruebas son la PCR y el aislamiento del virus en cultivos celulares.
Tratamiento
No hay medicamentos específicos ni vacunas para la infección por el virus de Nipah, pese a que es prioritaria en el plan de investigación y desarrollo de la OMS. Se recomienda un tratamiento de apoyo intensivo para las complicaciones respiratorias y neurológicas graves.
Huésped natural: murciélagos frugívoros
Los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae, en particular las especies pertenecientes al género Pteropus, son los huéspedes naturales del virus de Nipah, en los que aparentemente no produce enfermedad.
Se supone que hay una superposición de la distribución geográfica de los Henipavirus y Pteropus. Esta hipótesis se ha visto reforzada por la demostración de infecciones por Henipavirus en murciélagos Pteropus de Australia, Bangladesh, Camboya, China, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, Papua Nueva Guinea, Tailandia y Timor-Leste.
Se han detectado anticuerpos contra los virus de Nipah y de Hendra en murciélagos frugívoros africanos del género Eidolon, familia Pteropodidae, lo que indica que estos virus podrían estar presentes en la distribución geográfica de los murciélagos Pteropodidae de África.
El virus de Nipah en animales domésticos
Los brotes de infección por el virus de Nipah en cerdos y otros animales domésticos (caballos, cabras, ovejas, gatos y perros) se notificaron por primera vez durante el brote inicial de Malasia en 1999.
El virus de Nipah es altamente contagioso en los cerdos, que son infecciosos durante el período de incubación (de 4 a 14 días).
Algunos cerdos infectados pueden ser asintomáticos, pero otros presentan enfermedad febril aguda, dificultad para respirar y síntomas neurológicos como temblores, contracciones y espasmos musculares. En general, la mortalidad es baja, excepto en lechones jóvenes. Estos síntomas no son muy diferentes de los de otras enfermedades respiratorias y neurológicas del cerdo. Se debe sospechar infección por el virus de Nipah si los cerdos tienen también una tos inusual de ladrido o si hay casos humanos de encefalitis.
Para más información sobre el virus de Nipah en los animales, véanse las páginas web de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y de la Organización Mundial de Sanidad Animal sobre el virus.
Prevención
Control del virus de Nipah en animales domésticos
Por ahora no hay vacunas contra el virus de Nipah. La limpieza y desinfección sistemática y exhaustiva de las granjas de cerdos (con los detergentes apropiados) pueden ser eficaces para prevenir la infección.
Si se sospecha un brote, las instalaciones deben ponerse en cuarentena inmediatamente. El sacrificio de los animales infectados, con una estrecha supervisión de su inhumación o incineración, puede ser necesario para reducir el riesgo de transmisión a las personas. Las restricciones o prohibiciones del movimiento de animales de granjas infectadas a otras zonas puede reducir la propagación de la enfermedad.
Como los brotes de virus de Nipah en animales han precedido a los casos humanos, es esencial establecer un sistema de vigilancia de la salud animal basado en el enfoque “Una salud” que permita detectar nuevos casos y alertar rápidamente a las autoridades sanitarias veterinarias y humanas.
Reducción del riesgo de infección humana
En ausencia de una vacuna, la única forma de reducir o prevenir la infección en las personas es concienciando sobre los factores de riesgo y educando a las personas sobre las medidas que pueden tomar para reducir la exposición y los casos de infección por el virus de Nipah.
Los mensajes educativos de salud pública deberían enfocarse en:
La reducción del riesgo de transmisión del murciélago a los humanos: los esfuerzos por prevenir la transmisión deberían enfocarse primero en reducir el acceso de los murciélagos a la savia de las palmeras datileras y a otros productos alimenticios frescos. Puede ser útil alejar a los murciélagos de los sitios de recolección de savia con coberturas protectoras (tales como faldones de bambú). El zumo de palma recién recolectado debe hervirse y las frutas deben lavarse a fondo y pelarse antes de consumirlas
La reducción del riesgo de transmisión de los animales a los humanos: se deben usar guantes y otra ropa de protección al manipular animales enfermos o sus tejidos, y durante su sacrificio. En la medida de lo posible, las personas deben evitar el contacto con cerdos infectados.
La reducción del riesgo de transmisión de persona a persona: se debe evitar el contacto físico sin protección con las personas infectadas por el virus de Nipah. Después de cuidar o visitar a personas enfermas hay que lavarse las manos.
Control de la infección en entornos asistenciales
Los profesionales sanitarios que atienden a pacientes con infección presunta o confirmada por el virus de Nipah o que manipulan sus muestras deben tomar las precauciones habituales.
Como se han descrito casos de transmisión de persona a persona, además de las precauciones anteriores, también se deben tomar precauciones en relación con el contacto y las gotículas. En determinadas circunstancias pueden ser necesarias precauciones contra la transmisión aérea.
Las muestras de personas y animales con sospecha de infección por el virus de Nipah deben ser manejadas por personal capacitado que trabaje en laboratorios adecuadamente equipados.
Respuesta de la OMS
La OMS está apoyando a los países afectados y en riesgo con orientación técnica sobre cómo manejar los brotes del virus Nipah y sobre cómo prevenir su aparición.
El riesgo de transmisión internacional a través de la fruta o sus productos (por ejemplo, el jugo de palmera datilera) contaminados con orina o saliva de murciélagos frugívoros infectados se puede evitar lavando bien y pelando la fruta. Debe desecharse la fruta con signos de haber sido mordida por murciélagos.
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