Hay dos tipos de virus del herpes simple: virus del herpes simple de tipo 1 (VHS-1) y virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2).
El VHS-1 se transmite principalmente por contacto de boca a boca y causa herpes labial (que puede incluir síntomas como las llamadas «calenturas» o «pupas labiales»), aunque también puede causar herpes genital.
El VHS-2 se transmite por vía sexual y causa herpes genital.
Las infecciones que provocan los dos tipos de virus duran toda la vida.
Se estima que en todo el mundo hay 3700 millones de personas menores de 50 años (67%) infectadas por VHS-1.
Se estima que en todo el mundo hay 491 millones de personas de 15 a 49 años (13%) infectadas por VHS-2.
La mayoría de las infecciones herpéticas orales y genitales son asintomáticas.
Los síntomas del herpes incluyen vesículas o úlceras dolorosas en el lugar infectado.
Las infecciones por herpes son especialmente contagiosas cuando son sintomáticas, pero también pueden transmitirse en ausencia de síntomas.
La infección por VHS-2 aumenta el riesgo de adquirir y transmitir infecciones por VIH.
La infección por el virus del herpes simple, denominada habitualmente herpes, puede deberse al virus del herpes simple de tipo 1 (VHS-1) o al virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2). El VHS-1 se transmite principalmente por contacto de boca a boca y causa infecciones en la boca o a su alrededor (herpes labial). Sin embargo, el VHS-1 también puede transmitirse a la zona genital por contacto bucogenital y provocar herpes genital. El VHS-2 se transmite casi exclusivamente por contacto genital durante las relaciones sexuales y provoca infecciones en la zona genital o anal (herpes genital).
Tanto las infecciones herpéticas labiales como las genitales son por lo general asintomáticas o pasan desapercibidas, pero pueden provocar síntomas, como vesículas o úlceras dolorosas en el lugar de la infección, que pueden ser desde leves a graves.
Virus del herpes simple de tipo 1 (VHS-1)
Virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2)
Virus del herpes simple de tipo 1 (VHS-1)
La infección por VHS-1 es muy contagiosa, frecuente y endémica en todo el mundo. Se adquiere mayoritariamente durante la infancia y dura toda la vida. La gran mayoría de las infecciones por VHS-1 son herpes labiales (infecciones en la boca o a su alrededor, por lo que se denomina en ocasiones herpes bucal, labial o bucofacial), si bien algunas son herpes genitales (infecciones en la zona genital o anal).
Magnitud del problema
Se estima que en 2016 unos 3700 millones de personas menores de 50 años (el 67% de la población) tenían infección por VHS-1 (labial o genital). La prevalencia estimada de la infección era más elevada en África (88%) y más baja en las Américas (45%).
La mayoría de las infecciones por VHS-1 eran labiales. Se calcula que en 2016 la infección genital por VHS-1 afectaba a entre 122 y 192 millones de personas de 15 a 49 años, si bien la prevalencia variaba considerablemente según la región. Se estima que la mayoría de las infecciones genitales por VHS-1 ocurrían en las Américas, Europa y el Pacífico Occidental, donde el VHS-1 sigue adquiriéndose hasta bien entrada la edad adulta.
Signos y síntomas
La infección por herpes labial suele ser asintomática y la mayoría de las personas infectadas por VHS-1 no saben que lo están. Entre los síntomas del herpes labial cabe citar las dolorosas vesículas o úlceras en la boca o a su alrededor. Las úlceras de los labios se denominan habitualmente «calenturas» o «pupas labiales». Antes de la aparición de las úlceras, las personas infectadas suelen notar una sensación de hormigueo, picor o quemazón en esa zona. Tras la primera infección, las vesículas o úlceras pueden reaparecer periódicamente. La frecuencia de las recidivas varía de una persona a otra.
El herpes genital por VHS-1 puede ser asintomático o causar síntomas leves que pasan desapercibidos. Cuando hay síntomas, el herpes genital se caracteriza por una o más vesículas o úlceras genitales o anales. Tras un episodio inicial de herpes genital, que puede llegar a ser grave, los síntomas pueden reaparecer. Con todo, el herpes genital por VHS-1 por lo general no reaparece con frecuencia, a diferencia del herpes genital causado por el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2; véase más adelante).
Transmisión
El VHS-1 se transmite principalmente por contacto de boca a boca, lo que provoca el herpes labial, o por contacto con el virus del VHS-1 en las úlceras, la saliva y en la zona bucolabial. No obstante, también puede transmitirse a la zona genital por contacto bucogenital, lo que provoca el herpes genital.
El VHS-1 puede transmitirse desde superficies bucales o cutáneas en apariencia normales y asintomáticas. Sin embargo, el mayor riesgo de transmisión se da cuando hay úlceras activas.
Es poco probable que las personas que ya presentan infección de herpes labial por VHS-1 se infecten por ese mismo virus en la zona genital.
Aunque es más bien raro, la infección por VHS-1 puede transmitirse de una madre con infección genital a su recién nacido durante el parto y provocar herpes neonatal (véase más adelante).
Posibles complicaciones
Casos graves
En pacientes inmunodeprimidos, por ejemplo los que presentan una infección avanzada por el VIH, el VHS-1 puede dar lugar a síntomas más graves y recidivas más frecuentes. Si bien es raro, la infección por VHS-1 puede provocar también complicaciones más graves, como encefalitis (infección cerebral) o queratitis (infección ocular).
Herpes neonatal
El herpes neonatal puede producirse cuando el recién nacido ha estado expuesto al VHS (cualquiera de los dos tipos) en las vías genitales durante el parto. Este tipo de herpes es raro, con una frecuencia estimada de 10 casos por 100 000 nacidos en todo el mundo, pero es una afección grave que puede producir discapacidad neurológica persistente, e incluso la muerte. Las mujeres con herpes genital antes del embarazo tienen un riesgo muy bajo de transmitir el virus a sus hijos. El riesgo de herpes neonatal es mayor cuando la madre contrae la primera infección al final del embarazo, en parte porque los niveles de VHS en las vías genitales son más altos en las primeras fases de la infección.
Efectos psicosociales
Los síntomas recurrentes del herpes labial pueden ser incómodos y llevar a cierta estigmatización social y al sufrimiento psicológico. En el caso del herpes genital, esos factores pueden tener un importante efecto en la calidad de vida y las relaciones sexuales. Sin embargo, con el tiempo la mayoría de las personas con cualquiera de los dos tipos de herpes aprende a sobrellevar la infección.
Tratamiento
Los medicamentos antivíricos, como el aciclovir, el famciclovir y el valaciclovir, son los más eficaces para las personas infectadas por VHS. Sin embargo, aunque pueden reducir la intensidad y frecuencia de los síntomas, no curan la infección.
Directrices de la OMS para el tratamiento del Virus del Herpes Simple de tipo 2 - en inglés
Prevención
El VHS-1 es especialmente contagioso durante los episodios de herpes labial sintomático, aunque también puede transmitirse en ausencia de síntomas y signos. Las personas con síntomas activos de herpes labial deben evitar el contacto bucal con otras personas y evitar compartir objetos que hayan estado en contacto con la saliva. Tampoco deben tener contacto bucogenital para evitar la transmisión del herpes a los genitales de la pareja sexual. Las personas con síntomas de herpes genital deben abstenerse de mantener relaciones sexuales mientras sean sintomáticos.
El uso correcto y sistemático de preservativos puede ayudar a prevenir la propagación del herpes genital. No obstante, el preservativo solo reduce el riesgo de infección, puesto que los episodios de herpes genital pueden afectar a zonas que el preservativo no protege.
Las personas que ya tienen infección por VHS-1 no pueden volver a contraer ese virus, pero sí contraer una infección genital por el VHS-2 (véase más adelante).
Las embarazadas con síntomas de herpes genital deben informar a los profesionales de la salud que las atienden. La prevención de la adquisición de nuevas infecciones herpéticas genitales es particularmente importante al final del embarazo, cuando más elevado es el riesgo de herpes neonatal.
Hay más investigaciones en curso para encontrar métodos preventivos (por ejemplo vacunas) más eficaces contra la infección por VHS. Hay varias vacunas candidatas contra los VHS en fase de estudio.
Virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2)
La infección por VHS-2 está muy extendida en todo el mundo y se transmite casi exclusivamente por vía sexual. El VHS-2 es la causa principal del herpes genital, aunque también hay casos de herpes genital causados por el virus de herpes simple de tipo 1 (VHS-1). La infección que provoca el VHS-2 dura toda la vida y no tiene cura.
Magnitud del problema
El herpes genital provocado por VHS-2 es un problema mundial. Se estima que en 2016 había 491 millones de personas de 15 a 49 años (13% de la población) infectadas en todo el mundo.
Hay más mujeres que hombres infectados por VHS-2: según estimaciones de 2016, 313 y 178 millones, respectivamente. Ello se debe a que la transmisión sexual del VHS es más fácil de hombres a mujeres que de mujeres a hombres.
La prevalencia estimada de la infección por VHS-2 era más elevada en África (44% en mujeres y 25% en hombres), seguida de las Américas (24% en mujeres y 12% en hombres). También se ha demostrado que la prevalencia aumenta con la edad, pese a que el mayor número de infecciones ocurre en adolescentes.
Signos y síntomas
Las infecciones por herpes genital son con frecuencia asintomáticas, o tienen síntomas leves que pasan desapercibidos. La mayoría de las personas infectadas no saben que lo están. Normalmente, entre un 10% y un 20% de las personas con infección por VHS-2 han tenido un diagnóstico anterior de herpes genital. No obstante, los estudios clínicos en los que se sigue de cerca a personas para detectar los primeros episodios de una infección demuestran que hasta un tercio de las personas con una nueva infección pueden tener síntomas.
Cuando hay síntomas, el herpes genital se caracteriza por una o más vesículas o úlceras genitales o anales. Otros síntomas del primer episodio de infección son fiebre, dolores y adenopatías.
Los síntomas son con frecuencia recurrentes, pero generalmente menos intensos que en el episodio inicial de infección por VHS-2. La frecuencia de los episodios tiende a disminuir con el tiempo pero puede prolongarse a lo largo de muchos años. Antes de la aparición de las úlceras genitales las personas infectadas por VHS-2 pueden tener una sensación de ligero hormigueo o dolores fulgurantes en las piernas, las caderas y las nalgas.
Transmisión
El VHS-2 se transmite principalmente durante las relaciones sexuales, por contacto con las superficies genitales, la piel, las vesículas o los líquidos de la persona infectada. El VHS-2 puede transmitirse a partir de superficies genitales o anales de aspecto normal y, de hecho, la transmisión ocurre con frecuencia en ausencia de síntomas.
Aunque es más bien raro, la infección por VHS-2 puede transmitirse de la madre al recién nacido durante el parto y provocar herpes neonatal (véase más adelante).
Posibles complicaciones
VHS-2 y VIH
Está demostrado que el VHS-2 y el VIH se influyen mutuamente. La infección por VHS-2 multiplica aproximadamente por tres el riesgo de infección por VIH. Además, las personas infectadas por ambos virus tienen más probabilidades de transmitir el VIH. La infección por VHS-2 es una de las más frecuentes (60%-90%) en personas con VIH.
La infección por VHS-2 en personas con VIH y otras formas de inmunodepresión puede tener una presentación más grave y recidivas más frecuentes. En caso de infección avanzada por VIH, el VHS-2 puede producir complicaciones más graves, aunque raras, tales como meningoencefalitis, esofagitis, hepatitis, neumonitis, necrosis retiniana o infección generalizada.
Herpes neonatal
El herpes neonatal puede producirse cuando el recién nacido ha estado expuesto al VHS (cualquiera de los dos tipos) en las vías genitales durante el parto. Este tipo de herpes es raro, con una frecuencia estimada de 10 casos por 100 000 nacidos en todo el mundo, pero es una afección grave que puede producir discapacidad neurológica persistente, e incluso la muerte. Las mujeres con herpes genital antes del embarazo tienen un riesgo muy bajo de transmitir el virus a sus hijos. El riesgo de herpes neonatal es mayor cuando la madre contrae la primera infección al final del embarazo, en parte porque los niveles de VHS en las vías genitales son más altos en las primeras fases de la infección.
Efectos psicosociales
Los síntomas recurrentes del herpes genital pueden ser dolorosos y la infección puede llevar a la estigmatización social y al sufrimiento psicológico. Esos factores pueden tener un importante efecto en la calidad de vida y las relaciones sexuales. Sin embargo, con el tiempo la mayoría de las personas con herpes aprende a sobrellevar la infección.
Tratamiento
Los antivíricos, como el aciclovir, el famciclovir y el valaciclovir, son los más eficaces para las personas infectadas por VHS. Sin embargo, aunque pueden reducir la intensidad y frecuencia de los síntomas, no curan la infección.
Directrices de la OMS para el tratamiento del Virus del Herpes Simple de tipo 2 - en inglés
Prevención
Las personas con infección genital por VHS deben abstenerse de mantener relaciones sexuales mientras sean sintomáticas. El VHS-2 es especialmente contagioso durante episodios con vesículas, aunque también puede transmitirse en ausencia de síntomas y signos.
El uso correcto y sistemático de preservativos puede ayudar a reducir el riesgo de propagación del herpes genital. No obstante, los preservativos solo proporcionan una protección parcial, puesto que el virus puede estar presente en zonas que el preservativo no protege. La circuncisión médica masculina puede conferir al hombre una protección parcial de por vida frente al VHS-2, además del VIH y los papilomavirus humanos.
Las personas con síntomas que apunten a una infección genital por VHS deberían realizarse la prueba del VIH, y las que viven en entornos o entre grupos de población con una elevada incidencia de VIH podrían beneficiarse de iniciativas más centradas a la prevención contra el VIH, como la profilaxis anterior a la exposición.
Las embarazadas con síntomas de herpes genital deben informar a los profesionales de la salud que las atienden. La prevención de la adquisición de nuevas infecciones herpéticas genitales es particularmente importante al final del embarazo, cuando más elevado es el riesgo de herpes neonatal.
Se están realizando más investigaciones para encontrar métodos preventivos más eficaces contra la infección por VHS, como vacunas o microbicidas tópicos (compuestos que se pueden aplicar en el interior de la vagina o del recto para proteger frente a las infecciones de transmisión sexual).
Respuesta de la OMS al herpes (ambos tipos)
Además de concienciar sobre la infección por VHS y sus síntomas, es necesario mejorar en el ámbito mundial el acceso a los medicamentos antivíricos e incrementar las iniciativas de prevención del VIH para las personas con síntomas de herpes genital.
Además, es necesario desarrollar mejores intervenciones de tratamiento y prevención, en particular vacunas contra el VHS. La OMS y sus asociados trabajan para acelerar las investigaciones destinadas a formular nuevas estrategias de prevención y control de las infecciones neonatales y genitales por VHS-1 y VHS-2. Entre los objetivos de esas investigaciones se encuentra el desarrollo de vacunas contra los VHS y microbicidas tópicos. Hay varias vacunas candidatas y microbicidas en fase de estudio.
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